Escuchar la Naturaleza: La Importancia de los Tiempos y las Estaciones

La jardinería no es una actividad que se impone: se acompaña. Para trabajar con jardines y espacios verdes, es fundamental entender los tiempos de la naturaleza. Cada estación trae consigo cambios en el clima, la luz y la humedad, y con ellos, nuevas necesidades para las plantas.

En primavera, por ejemplo, es el momento ideal para plantar y estimular el crecimiento. En verano, hay que reforzar el riego y controlar las plagas. El otoño nos invita a podar, limpiar hojas y preparar el terreno para el descanso del invierno. Y durante el invierno, aunque parezca que todo se detiene, se realizan tareas de mantenimiento y planificación.

Conocer estos ciclos nos permite anticiparnos a los problemas y potenciar la salud del jardín. No se trata solo de intervenir, sino de observar, aprender y actuar en armonía con lo que el entorno nos pide. Un jardín bien cuidado durante todo el año no es fruto de la casualidad, sino del conocimiento y el respeto por el ritmo natural de la vida.

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